domingo, 30 de agosto de 2009

Resultado de patología, consulta con el cirujano oncólogo

El 31 de marzo del 2008 fui con el cirujano oncólogo, esta fue mi primer salida desde la cirugía. Tuve que hacer uso de mi silla de ruedas ya que no tenía fuerzas para caminar.
Cuando pasamos con el doctor, ya tenía el resultado de patología así que le pregunté si era cáncer y no me dijo que sí, dijo que era un tumor maligno y me pidió que me fuera acomodando en su camilla de revisión así que mi hermana mayor me ayudó. Mi mamá se quedó con él en su escritorio y alcancé a escuchar cuando este le dijo “Es cáncer”.

Luego procedió a retirarme los puntos de la herida (me dolió mucho) y la sonda urinal. Después me dijo que por su parte era todo y que ahora debía ver a la oncóloga médica. Me explicó que me tendrían que poner quimioterapias, que serían 6 ciclos aproximadamente, y que perdería el cabello, que debía tener una dieta hipercalórica entre otras cosas. Yo le pregunté si perdería parte del cabello o si todo y él me respondió “Todo el cabello” pero que no me preocupara, que eso era lo de menos, ya me volvería a salir y más bonito.

Luego de la consulta, me tomé una fotografía ya que quería guardar ese mal momento (bien morbosa que soy jejeje), sabía que ese sería el último día que tendría el cabello largo y de esta forma lo conservaría como recuerdo. Aquí les dejo la foto para que la vean:

Mi familia y yo vemos esta imagen y aún no podemos creer que me estaba muriendo sin darnos cuenta. Sabíamos que algo estaba mal pero nunca imaginamos que tanto.

Saliendo del hospital, fui con mi hermana Adriana a cortarnos el cabello lo más corto posible. Yo lo cortaba por necesidad y ella por solidaridad.
Ya que llegué a mi casa, me ayudaron a desvestirme y al momento de acostarme, vi que la zona donde habían quitado los puntos era un hoyo enorme de 10 cm de largo y 5 cm de ancho, color amarillo. Mi mamá rápidamente me giró la cara para que no viera y dijimos ¡LA HERIDA SE ABRIÓ! No sabíamos qué estaba pasando, entonces mi mamá me la unió con cinta médica mientras le llamaba a nuestro amigo médico. Le pedimos que viniera urgentemente. Mientras mi mamá sudaba a mares y trataba de fingir que no ocurría nada grave. Yo pensaba que había hecho algo mal, que por mi culpa se había abierto.

Cuando llegó el médico nos explicó que esto ocurre cuando la salud del paciente está muy deteriorada y es muy delgado. Que no podía hacerse nada, el cuerpo se repararía solo y que iba a tomar mucho tiempo (meses), sólo había que extremar la higiene. Esto se llama “Herida de segunda intención”.

Gracias a esta explicación supe que yo no tuve la culpa, hasta nombre tenía la cosa.

Durante los siguientes días ocurrió una gran tragedia la cual me marcó de por vida. Alejandra, mi amada hermana, mi mejor amiga, mi confidente, murió. Esto es algo de lo que ni mis hermanas ni yo nos podremos recuperar nunca, mucho menos mi mamá.

Sin embargo, la lucha por mi vida apenas comenzaba.

1 comentario:

  1. Vive cada día con intensidad y disfrutando del amor de la gente que te rodea, incluso con tu estado de salud puedes llegar a ser fuente de amor, vida y alegria. VIVE que muchas personas necesitan de ti y de tu amor. Yo soy enfermera, y he sido testigo de muchas personas que no han querido partir y aun con un pronostico de vida muy corto, han pasado 10 años y me siguen visitando. Nada malo te va a pasar. Dios te bendiga y que haga de ti SU instrumento.

    ResponderEliminar